Algunos pacientes han sufrido un traumatismo hace muchos años, y con el tiempo un central o un lateral se ha ido oscureciendo o poniendo amarillo. Pues es más frecuente de lo que pensamos, ya que cada día tenemos más pacientes que demandan una solución a la perdida de estética sufrida.

Cuando se produce un golpe fuerte contra el diente, por un puñetazo, un accidente de trafico o un pequeño golpe al beber de una cerveza, se produce una reacción inflamatoria en los tejidos, que poco a poco debería ir autosolucionándose, pero en el caso que no se corrija ese proceso inflamatorio en el tiempo se empieza a degenerar el tejido pulpar que hay dentro del diente y acaba por morirse dicho nervio. Una de las consecuencias de dicho proceso es la tinción resultante del diente, que no siempre tiene que ir acompañado de dolor, o lesiones radiográficas.

Para poder corregir dicho problema no vale con realizar un blanqueamiento convencional, ya que el problema no viene de fuera del diente como ocurre de manera ordinaria, por nuestros hábitos  como el consumo de vino, café, o tabaco y la higiene diaria, sino que ocurre por una tinción que viene de dentro. Para poder blanquear este diente hay que realizar una endodoncia previa, ya que dicho tejido está dañado a pesar que esté asintomático, y una vez realizada la endodoncia ya procedemos a realizar el blanqueamiento interno.

El procedimiento es sencillo, se coloca el agente blanqueante dentro del diente, y se deja dependiendo del caso unos pocos días, para ir controlando como va funcionando el tratamiento. en cada revisión se cambia el agente blanqueante hasta que se consigue el resultado buscado y mejorar la estética perdida.

En este caso se ve claramente como el diente originalmente tenia una diferencia de color muy notoria, tras dos aplicaciones de agente blanqueante hemos conseguido que el color se recupere y perdamos ese tono tan amarillo que deslucía la sonrisa. Si es verdad que en la foto se observa que como consecuencia del traumatismo, se ha producido una perdida de anatomía interna del diente que sí que no es tratable pero que solo se ve con grandes aumentos.

Los blanqueamientos internos nos permiten en pocas sesiones conseguir resultados sorprendentes, devolviendo a nuestra sonrisa su luminosidad y vitalidad.